Para mi estos dos vídeos son dos joyitas que volaron desde Málaga. Porque la amistád que me ha regalado este milonguero viejo, galán porteño pero viajero, bailarín de pista incansable y sobre todo buena persona, de las auténticas y espontáneas, para mi es de un gran valor; es de esas amistades que se guardan para siempre. Contigo Pepe bailamos hasta reventar en todas las milongas que nos encontramos durante años, charlamos en serio y por charlar, y compartimos tragos, asado y todo lo que se pudiera pillar por ahí! De esos cientos de piezas que bailamos sólo quedan estas pequeñas muestras, un vals y una milonga, tus ritmos favoritos. Espero encontrarte pronto por los caminos y te deseo cada vez más éxito en tu milonga de Benalmádena. ¡Hasta siempre, Pepe Milonga!